La Ramona (Aquila chrysaetos)

Fué en 2002 cuando empecé a trabajar con las águilas reales del Parque Natural de Guara. Tuve la posibilidad de iniciar el inventario de aves rupícolas de todo el Parque y estar varios años con ese proyecto. Ya llevaba un tiempo viviendo en Barluenga y conocía la pareja de Águila real que campaba por la margen izquierda del río Flumen, entre el Salto de Roldán y San Martín de la Val de Onsera, vecinas de la ya por entonces única pareja de Perdiceras de todo Guara.

Cuando en 2006 hubo que decidir dos candidatas entre las 8 parejas monitorizadas para capturarlas y colocarles un emisor (de radio convencional, entonces un GPS era ciencia ficción), no me lo pensé y sugerí empezar por el territorio del Flumen. Y después de unas pocas cebas e instalar una red de suelo y un hide (accionada por un tirón de cuerda, los automatismos de ahora también eran una utopía), una tarde cerca de San Julián de Banzo, en la parte final del barranco de San Martín logramos capturar la hembra.

Un bicho totalmente adulto  de más de 7 años, enorme, tanto que su biometría y peso estaban en el límite máximo de la subespecie nominal Aquila chrysaetos chrysaetos, cuando en teoría a este lado de los Pirineos está la subespecie A. c. homeyeri, bastante más pequeña. El caso es que como el director de los trabajos era Ramón Antor, acabó bautizada como Ramona, también por una canción muy cutre y casposa titulada La Ramona pechugona que sólo podemos conocer los nacidos antes de 1970. Ese día realizamos la captura y el marcaje Ramón Antor, José Luís Rivas y yo.




Imágenes de la captura de Ramona, Noviembre de 2006.

Recuerdo perfectamente como al liberarla, se fue directamente barranco abajo hacia el Flumen, donde estaban posadas las Perdiceras, que fueron a por ella a cuchillo y estuvieron acosándola hasta que las perdimos de vista.

Después vinieron 5 años de radio-seguimiento y triangulación para obtener localizaciones (que primitivo suena esto hoy en día), yo conocía su único nido, en una umbría de la Sierra de Gabardiella donde mientras duró el seguimiento, sacó adelante un buen número de pollos.

Silvia haciendo radio-seguimiento de La Ramona.

Justo coincidió la época en que estuvimos trabajando a medias con Josele Sáiz de Casa Boletas para traer fotógrafos, con la Perdicera como Super Star, incluyendo Águila real en la oferta.  Y la Ramona (siempre bajaba ella la primera) posó para docenas de ingleses, holandeses y alemanes, además uno de los pocos españoles que vino, Pepe Val de Valencia, le hizo un fotón que acabó de portada de la monografía de SEO, inmortalizándola de esta manera tan merecida.

La Ramona en la portada de la monografía del Águila real. Autor Pepe Val.


La misma foto, en una ampliación regalo del autor, preside el salón de mi casa desde entonces.

Pero un día se agotó la batería, se acabó el dinero del Parque para este tipo de trabajos,  no sin antes hacer un par de intentos de capturarla con José Luís Rivas que acabaron en desastre y me costaron enemistarme con los cazadores del coto, siempre tan comprensivos y dialogantes...

Y pasó el tiempo volando y se perdió el rastro de La Ramona y aunque Silvia y yo seguíamos viendo a la pareja en sus posaderos habituales (uno de ellos se ve desde la puerta de casa), siempre nos quedaba la duda de si seguía siendo ella o ya había palmado y simplemente su puesto lo ocupaba otra hembra.

Hasta que un buen día, ya en 2018, al salir de casa veo en un pino a escasos 200 metros una real posada. Vuelvo a entrar en casa, pillo el telescopio y aunque con ciertas dudas creo verle la antena del emisor entre las plumas del dorso. Será posible que sea la Ramona? No consigo verle bien los tarsos y cuando intento acercarme un poco se larga. Me quedo de nuevo con la duda, si realmente fuera ella tendría un mínimo de 20 años, una pasada....

Poco imaginaba que al año siguiente iba a llegar la respuesta. A través de José María Martínez, se activa el tema de las reales en Guara y dispone, de momento, de un emisor GPS para un adulto territorial. Y de nuevo se decide apostar por el territorio del Flumen, donde ya ha desaparecido definitivamente la pareja de Perdiceras y ninguna de las tres parejas de Quebrantahuesos del entorno consigue reproducirse con éxito.

Comienzo a cebar exactamente en el mismo sitio donde estaba el hide para fotógrafos, lugar muy tranquilo y apartado. Tardan tres semanas en acudir la pareja adulta y enseguida se disipan las dudas, es la Ramona!! En las imágenes de fototrampeo se ve bien la anilla de pvc y en algunas se atisba la antena del emisor.


La Ramona en 2019 con su anilla de pvc con el número 15.

Ya en 2020, en enero montamos la red abatible (con mando a distancia, nada de tirones de cuerda) y el día 27, aunque se hace de rogar unas cinco horas, aparece la Ramona y vuelve a ser capturada por segunda vez en su vida. Lleva el arnés y el emisor de 2006, algo descolorido pero intacto, en algún momento se ha quitado la anilla metálica y la de pvc la ha castigado bastante de una esquina. Estamos presentes Chema como director, Pilar Oliva como veterinaria, Esteban Hernández el creador de la red trampa, Silvia y yo como trampero y anillador. Una vez bien examinada, se le coloca el nuevo emisor y otra anilla metálica (ésta con pestaña de cierre) y sin ningún contratiempo es liberada.

Con Chema y Esteban una vez liberada de la red.

Por ella no pasan los años, yo no puedo decir lo mismo...

Colocación del nuevo arnés y emisor.

A punto de ser liberada por Silvia.

A partir de entonces comienza a dar una localización cada pocos minutos, el emisor lleva una pequeña placa solar y no hay problemas de batería. La cantidad de información generada es enorme. Desvela que su área de campeo no se limita a su zona conocida del Flumen, si no que hace incursiones en los territorios vecinos de Nueno y Vadiello y que con cierta frecuencia, salta a la cara norte del Monrepós y llega hasta el entorno de Sabiñánigo...

Pasa 2020, el año de la pandemia y el confinamiento domiciliario, la Ramona sigue su vida recorriendo incansable su territorio de punta a punta y no se reproducen. Según los datos del GPS en ningún momento se llega a tumbar, aunque suele dormir en la zona del nido. Se nota que ya no están las Perdiceras porque patrulla también las orillas del Flumen y la parte baja del barranco San Martín, algo que nunca hacía cuando estaban las bonellis... A comienzos de 2021 todo sigue igual, parece que tampoco se reproducen, será cosa de la edad?
El último día que veo la pareja junta es el 30 de agosto, en su roca de siempre. Los días 2, 8, 9 y 10 de septiembre solo observo un adulto.

Y el día 13 el emisor deja de moverse, claramente está en la umbría del Pico del Águila. Al ser fin de semana no salta la alarma hasta el lunes. El martes me acerco con una coordenada y compruebo que la zona es peligrosa y hace falta ir acompañado.

El 17 de septiembre junto con los APNs Teodoro Palacín y Ángel Lacruz, volvemos a la zona. Es una pendiente tan acusada que hay que bajar agarrándose a la vegetación, cuando llegamos muy cerca de la coordenada nos separamos para empezar a buscar y finalmente encontramos su cadáver. Está tumbada bajo un haya, en una posición bastante natural y parece que haya llegado allí por si misma.






 

Desde entonces y a lo largo del invierno 2021-22 he visto solamente al macho solo, posado unas pocas veces en la antaño roca favorita y marcando territorio con vuelos de luping frente a la pareja vecina, que mientras estuvo la Ramona parecía respetar los límites y ahora cada vez se deja ver más por aquí.

Hasta que el 30 de mayo de 2022, bien pronto por la mañana vuelve a haber dos águilas en el posadero de siempre!! Por fin se asegura la continuidad de este territorio.

Y a partir de allí voy alternando observaciones de uno y dos individuos hasta el día de hoy. Además en la primavera de 2023, ahora va a hacer un año, encontré un nuevo nido donde la pareja sacó adelante un pollo, bastante cerca del nido tradicional. En noviembre todavía pude ver a los tres juntos.

Esperemos que repitan este 2024 y muchos años más, tantos como duró la Ramona.

Juan C. Albero
Barluenga, febrero de 2024


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