Pajareando por Vizcaya y Cantabria

Que mejor manera de empezar el año para unos pajareros de secano como nosotros que salir el día 1 de enero a las 8:00 AM de casa en dirección al mar Cantábrico. Así lo hacemos, pasando por el puerto de Santa Bárbara, Puente La Reina de Jaca y Yesa hasta Pamplona y de allí por la A-15 hasta cerca de San Sebastian, y ya viendo el mar pasamos Zarauz hasta Deba y Ondarroa. Sobre las 12:30 horas estamos en el puerto. Ninguno de los dos habíamos estado antes aquí y nos parece un paisaje realmente impresionante. Nubes y claros y poco viento, una temperatura primaveral y muchas gaviotas en el puerto.

Objetivo bimbar la Gaviota cáspica (Larus cachinans), últimamente se han llegado a ver tres ejemplares diferentes. Lo primero damos un paseo a los perros por el espigón central junto a la ría, donde vemos varios Vuelvepiedras. Las gaviotas están todas por los barcos amarrados al otro lado del puerto. Al volver al coche para dejar los chuchos, vemos dos Alcas al lado del espigón muy cerca del parking. 

Puerto de Ondarroa.

Alcas en el puerto de Ondarroa.

Esto empieza muy bien, pero enseguida se tuerce cuando nos hemos alejado 200 metros del coche y cae un aguacero repentino. Totalmente chupidos (mojados o calados en aragonés) tenemos que regresar al coche y esperar a que escampe. A los 10 minutos hay un sol espectacular y nos dirigimos hacia el extremo Oeste del puerto. Vamos viendo Gaviotas patiamarillas de todas las edades, más o menos unas 100, en el agua y posadas en las bordas de los barcos,  todas cerca y activas en muy buenas condiciones de luz, incluidas dos anilladas con PVC rojo marcadas en Guipúzcoa, un adulto y un 1er invierno. Así sí que se pueden ver Gaviotas, no como en Aragón que si consigues acercarte a 100-200 metros ya es un éxito. 

Gaviotas patiamarillas de 1er invierno.

Vamos buscando a la cachinans, nos asaltan dudas en varios jóvenes de michahellis sin llegar a concretar nada. Así llegamos al final y nos asomamos al mar desde el muro donde vemos un Cormorán moñudo joven muy cerca y varios Alcatraces mar adentro.

Gaviota de 1er invierno que nos hizo dudar.

Vista del mar Cantábrico desde el final del puerto.

Cormorán moñudo joven.

Se empieza a hacer tarde y tenemos que comer, así que volvemos hacia el coche parando de nuevo en cada grupo de gaviotas. Y al tercer barco revisado, veo una de aspecto grandote y rechoncha, cabeza muy blanca, pico no muy grueso con poco ángulo gonadal, diseño de plumas del manto y cobertoras del ala coincidentes.... Será esta por fin? Además está junto a varias patiamarillas para comparar, incluso como no para de gritar me parece una voz diferente pero no me atrevo a confirmarlo, por lo que tiro de móvil y le paso las fotos a nuestros amigos de Onaga/Lonely Birder José Guerra y Marc Gálvez (http://www.onaga.es/ http://www.lonelybirder.com/), y nos vamos a comer. Aún están de fiesta por la calle, y todos los bares están cerrando, solo conseguimos un par de bocatas de jamón que nos preparan amablemente en el último bar que preguntamos, mientras están pasando la fregona. Mientras nos comemos los bocatas en el coche, Marc nos confirma que hemos visto una Gaviota cáspica. Me quito un peso de encima con esta especie tan críptica, realmente necesitaba verla para dejar de flipar con las muy variables Gaviotas patiamarillas jóvenes de la Hoya de Huesca, donde a lo largo del año se llegan a juntar hasta mil ejemplares tanto del Mediterráneo como del Cantábrico, aparte de las nidificantes.

Gaviota cáspica de 1er invierno.

Sobre las 15:00 nos marchamos hacia Cantabria, rodeando Bilbao y siguiendo la autovía hasta la salida de Isla, donde tenemos reservado alojamiento. Llegamos con tiempo de bajar a la playa de La Arena y dar un paseo con los chuchos hasta el anochecer. Nos comentan en el hospedaje que es posible que los dos restaurantes del pueblo estén cerrados y nos tengamos que ir a Santoña, pero al final uno de ellos, La Posada de Isla, se apiada de nosotros y podemos cenar a gusto, por supuesto anchoas....

Playa de La Arena.

Al día siguiente partimos al amanecer hacia Santoña por el Dueso. En las charcas junto a la carretera empezamos a ver grupos de anátidas, Rabudos, Silbones, Cucharas, Porrón común y moñudo, Fochas... Paramos en el puente sobre la ría, y vemos los dos primeros Colimbos grandes muy cerca. Después paramos un rato en el albergue municipal y nos vamos a desayunar al puerto, donde damos un paseo rodeando la plaza de toros y escaneando la marisma. Hay marea alta y casi todos los pájaros están muy lejos, Barnacla carinegra, muchas gaviotas, algún Gavión, Cormorán grande y moñudo, muchos Zampullines cuellinegros...nada especial aquí. Nos encontramos una pareja con el telescopio y preguntamos, han ido a ver los Cisnes cantores pero no han tenido éxito. Como para nosotros es prioritario (nunca los hemos visto en España) vamos a por ellos. Nos cuesta un buen rato aclararnos entre las localidades de Carasa y Limpias, subiendo y bajando tramos de carretera muy estrechas, pero al final parando junto al palacio de Gándaras los vemos muy lejos en un prado junto a unas vacas. Lo único que hay cerca es una granja, nos cuesta dar varias vueltas y cruzar la vía del tren pero encontramos el camino y nos acercamos hasta la entrada. Pedimos permiso a un señor que les está dando de comer a las vacas y muy amablemente nos indica los tientos para acercarnos andando. Cargados con los teles y pisando una mezcla de barro y mierda atravesamos la granja y nos colocamos a unos 400 metros de los cisnes. Se quedan mirando en posición de alerta un minuto y después siguen comiendo. Los disfrutamos unos 20 minutos hasta que vuelan y desaparecen en la orilla de la ría. Hay bastantes Bisbitas por el entorno, todos comunes y dos alpinos. Cuando llegamos al coche, entablamos conversación con el encargado de la finca. Nos cuenta que se dedican a la producción de leche y que casi toda se emplea en la fabricación de yogures artesanos, que los cisnes llevan dos años por allí y que le hace ilusión cada vez que vuelven.

Cisne cantor.

Bisbita alpino.

Ya se ha hecho la hora de comer, así que volvemos a Santoña a por un bocadillo junto al puerto. Ya está bajando la marea y las aves están más cerca que por la mañana. En la carretera antes de Montehano vemos varios pajareros mirando hacia la marisma. Paramos a ver que hay y entablamos conversación con ellos, son de la zona y nos cuentan que no hay nada realmente destacable estos días. Podemos ver un Zampullín cuellirrojo relativamente cerca. Después nos vamos a pasar la tarde al Cabo de Ajo, a hacer un poco de seawatching. Se ha levantado un viento fuerte del W y al llegar nos parapetamos en la esquina del muro ocupando los dos "asientos" allí preparados. 

Cabo de Ajo.

Hay un oleaje espectacular, que choca contra los acantilados con una fuerza impresionante. Mientras los perros la gozan a su aire y Silvia les hace fotos, yo me centro en escanear con el tele el mar con la esperanza de ver cerca algún álcido que me falta... Hay muchos Alcatraces, casi todo adultos y algunos pasan muy cerca, varias Gaviotas patiamarillas y sombrías, más Alcatraces y de pronto cinco álcidos en vuelo hacia el Oeste contra el viento, lo suficiente cerca para ver que son Alcas, una pena, yo lo que quiero es bimbar de una vez Frailecillos, o mejor aún Mérgulos, soñar es gratis.... Sigo buscando y encuentro a media distancia una Gaviota cabecinegra adulta viniendo hacia tierra, siguen pasando Alcatraces y un poco más tarde tres Gaviotas tridáctilas, un adulto y dos jóvenes del año que vuelan contra el viento un buen rato hasta que se posan en el agua. Allí se quedan un buen rato, sigo buscando y cada poco vuelvo y siguen allí. Una de las veces, otra ave más grande vuela encima de las tridáctilas, grandote, cabezudo y rechoncho, con alas estrechas, muy blanco con el manto y alas grises sin nada de negro. Sube y baja contra el viento sin dar un aleteo y al final se posa en el agua junto a las tridáctilas, es un Fulmar (Fulmarus glacialis) y hace siglos que no veía uno.

Alcatraz atlántico.

Después de unas dos horas de observación y varios grupos de álcidos lejanos que no soy capaz de identificar, lo dejamos y volvemos a Santoña. Ya ha bajado la marea del todo y no paran de entrar gaviotas a dormir pero muy lejos. Muchos Zarapitos, Barnacla carinegra y un par de Colimbos grandes muy cerca, vamos, lo mismo que antes. Cuando oscurece volvemos a Isla.

Colimbo grande.

El domingo por la mañana ya vamos volviendo hacia casa con la intención de visitar Urdaibai, que todavía no lo conocemos. El tiempo ha empeorado, y al viento se suman chaparrones intermitentes. Sobre las 9:30 llegamos al centro de interpretación que todavía está cerrado.
Para hacer hora, nos acercamos hasta el observatorio enfrente del centro, en la marisma y aguas libres vemos varios grupos de Rabudos, Silbones, Fochas, Ansares... Cuando abren el Urdaibai Center pasamos a preguntar donde se ve una hembra de Eider que lleva todo el invierno por la zona. Conocemos a Edorta que muy amablemente nos enseña y nos explica el funcionamiento del Centro y todas las actividades que realizan. 

Reserva de Urdaibai.

Tanto charrar se nos va la mañana sin enterarnos y cuando salimos ya la lluvia es constante y el viento muy fuerte. Nos dirigimos hacia la desembocadura de la ría en el mar y paramos en el cementerio de Kanala siguiendo la indicaciones para localizar al Eider, pero entre viento y lluvia no aguantamos ni dos minutos y nos vamos a comernos unos pintxos al bar junto a la playa. 

Es ya mediodía y decidimos irnos para casa, cuatro horas de coche sin parar de llover para finalizar el primer fin de semana del 2016 con dos nuevas especies para la lista española, Gaviota cáspica y Cisne cantor.

Barluenga, 7 de Febrero de 2016.